Conociendo Espirales (Episodio 3 de 5)

¡Que la ansiedad no nos gane! Vamos a seguir con la entrevista radial que dio Pablo A. Bravo, autor de Espirales, El Juego del Poder la semana pasada. En esta tercera parte Pablo nos detalla un poco más cómo fue el viaje de la creación. ¿Vamos? ¡Claro que sí!

• Ahora me gustaría hablar sobre la Investigación y la Documentación:.La novela tiene ciertos elementos legales, médicos y técnicos. ¿Qué tipo de investigación tuviste que hacer y cómo lograste integrar esos datos sin que la narrativa perdiera fluidez?

  Ese es un trabajo que no esperaba que fuese tan demandante. Siempre admiré a escritores como Dan Brown que centran su obra en hechos y lugares específicos y reales, convirtiendo sus historias en eventos totalmente plausibles. Ahora los admiro mucho más. Tuve que detener mi marcha narrativa varias veces para chequear información o para investigar datos o contextos que no conocía. Por momentos me frustraba detener el avance de la historia para tener que investigar, pero era fundamental para darle veracidad a la historia.

• ¿Cuál fue el momento más desafiante de la escritura de Espirales? ¿Hubo algún capítulo o giro argumental que te costara especialmente plasmar?

  
  No hubo un capítulo puntual, pero sí un momento en que había perdido el rumbo. Avanzaba con la historia con una idea inicial, pero sin demasiada estructura. Yo no tengo ningún título en letras ni ninguna especialización en este sentido. Sin embargo soy un autodidacta y esa condición me ha llevado a leer mucho y a buscar la guía de grandes escritores. En fin… esto me hizo trabajar casi sin estructura, y llegué a un punto en donde la historia avanzaba casi sin rumbo. Me frustré, porque no sabía cómo salir de ese enredo en el que me había metido solo. Tenía una historia con una evolución sólida y lógica, tenía ritmo y tenía un inicio que me gustaba mucho; pero no podía avanzar. Tuve que dejarla unos días. Llevaba casi una semana sin encontrar la salida del bloqueo y, hablando con un amigo, le pedí consejo y él me preguntó qué tenía.

  –Tengo un inicio impactante con una promesa al lector que debo cumplir, un desarrollo de personajes que me parece bastante sólido, pero no sé como seguir la historia. No sé qué tengo que hacer para llegar al final del camino. –Le dije.

  –¿Dónde está ese final? ¿Cuál es, o mejor dicho, cómo es la meta a la que querés llegar?

  –Eso es lo que no sé.

  –¡Escribila!

  Eso fue oro en polvo. Me sacó rápidamente del bloqueo. No terminé mi café. Me tenía que ir. Tenía un final por escribir. Y así fue, escribí el final, que luego cambió un par de veces con las correcciones. Y con ese final definido pude volver al punto en el que me había bloqueado y simplemente comencé a unir los puntos necesarios para llegar a esa meta.

En el próximo post Pablo continuará contándonos un poco más sobre cómo fue el camino recorrido y sobre el lanzamiento de Espirales. ¡No te lo pierdas!